Si te enfrentas a un proceso judicial por un juicio rápido por amenazas en Barcelona, contar con un abogado penalista especializado es fundamental para proteger tus derechos y garantizar una defensa sólida. Las amenazas pueden derivar en consecuencias legales graves, y una actuación rápida y experta puede marcar la diferencia entre una condena y una absolución o reducción de la pena.
En nuestro despacho en Barcelona, ofrecemos asesoramiento y defensa inmediata en casos de juicios rápidos por amenazas, acompañándote en cada fase del proceso para asegurar la mejor estrategia jurídica posible.

¿Te enfrentas a un juicio rápido por amenazas?
Un juicio rápido por amenazas es un procedimiento judicial ágil que se inicia cuando una persona es acusada de realizar amenazas que generan alarma, temor o intimidación hacia otra persona. Estos casos suelen resolverse en plazos muy cortos, por lo que es fundamental contar con asesoramiento legal desde el primer momento para preparar una defensa adecuada.
Las amenazas pueden darse en diferentes contextos: familiar, laboral, social o incluso a través de redes sociales. Debido a la rapidez del proceso, no hay margen para errores, por lo que un abogado penalista especializado en juicios rápidos es clave para proteger tus derechos y evitar posibles condenas.
¿Cuándo se considera delito amenazas?
El delito de amenazas se configura cuando una persona realiza expresiones o actos que causan temor o intimidación a otra, poniendo en riesgo su integridad física, moral o sus bienes. No basta con una simple expresión de disgusto, debe existir una amenaza clara y seria que genere un peligro real o inminente.
Según el artículo 169 del Código Penal, se considera delito cuando:
- La amenaza es grave, es decir, implica causar un mal importante a la víctima o a sus familiares.
- La amenaza puede ser expresada verbalmente, por escrito o mediante cualquier medio que cause intimidación.
- Se pone en riesgo la libertad, integridad física o derechos fundamentales de la persona amenazada.
El delito puede agravarse si se realiza contra determinadas personas, como autoridades, o si se utilizan armas u otros medios peligrosos.
Por eso, no todas las discusiones o conflictos son delito de amenazas, es fundamental valorar la intención, el medio y la repercusión para determinar la tipificación penal.
Consecuencias legales de un juicio rápido por amenazas
Un juicio rápido por amenazas puede acarrear consecuencias penales significativas si no se cuenta con una defensa adecuada. Las sanciones varían según la gravedad y las circunstancias del caso, pero las más comunes incluyen:
- Multas económicas, que se calculan según los ingresos del acusado y la gravedad de las amenazas.
- Penas de prisión que pueden ir desde unos meses hasta varios años en casos graves o con agravantes.
- Posible prohibición de aproximación o comunicación con la víctima.
- Antecedentes penales, que pueden afectar el historial judicial y limitar ciertas oportunidades laborales o personales.
Dado que el procedimiento es rápido, es esencial contar con asesoramiento legal especializado desde el primer momento para proteger tus derechos y evaluar la mejor estrategia de defensa.
¿Qué hacer si te citan para un juicio rápido por amenazas?
Si recibes una citación para un juicio rápido por amenazas, es fundamental actuar con rapidez y precaución. Lo primero es contactar cuanto antes con un abogado penalista especializado para que pueda asesorarte y preparar tu defensa desde el inicio.
Pasos que debes seguir:
- No hacer declaraciones sin asesoría legal: Cualquier palabra puede ser usada en tu contra, por eso es vital que tu abogado esté presente antes de cualquier declaración.
- Recopilar toda la documentación y pruebas: Testimonios, mensajes, grabaciones o cualquier evidencia que pueda demostrar tu versión de los hechos o eximirte de responsabilidad.
- Preparar una estrategia de defensa sólida: Tu abogado evaluará las pruebas, las circunstancias y buscará posibles irregularidades o atenuantes.
- Mantener la calma y evitar cualquier contacto con la parte denunciante o agentes sin asesoramiento: Para evitar malentendidos o complicaciones legales.
Actuar con rapidez y contar con asesoramiento profesional puede marcar la diferencia en el resultado del juicio.
¿Por qué es tan importante la rapidez?
Porque en este tipo de juicios, si no estás bien asesorado desde el primer momento, puedes acabar aceptando una pena con antecedentes penales, incluso en situaciones donde podrías haber defendido mejor tu caso.
Ventajas de contar con un abogado experto en juicios rápidos por amenazas
Contar con un abogado penalista especializado desde el primer momento es fundamental para enfrentar un juicio rápido por amenazas con mayores garantías. La experiencia legal permite actuar de forma inmediata y estratégica.
¿Qué conseguimos para ti?
- Defensa desde la primera citación: Te acompañamos desde la notificación y durante todo el proceso judicial.
- Análisis exhaustivo de las pruebas: Revisamos la denuncia, testigos y evidencias para detectar posibles errores o falta de fundamentos.
- Negociación con la Fiscalía: Buscamos acuerdos que puedan reducir o evitar penas, o incluso la retirada de la acusación
- Protección de tus derechos: Evitamos que tu declaración se utilice en tu contra sin la debida asesoría.
- Posibilidad de suspensión de la pena: En caso de ser aplicable, gestionamos mecanismos para evitar el cumplimiento efectivo de sanciones.
Con un abogado especializado, aumentas tus opciones para minimizar las consecuencias legales y proteger tu historial judicial.
¿Se puede evitar la condena o los antecedentes en un juicio rápido por amenazas?
En muchos casos, es posible evitar la condena, siempre que se actúe con rapidez y un buen asesoramiento legal.
¿Cómo lo conseguimos?
Suspensión de la pena: Si la pena impuesta es inferior a dos años y no tienes antecedentes penales, podemos solicitar al juez la suspensión de la ejecución de la condena.
Acuerdos con la Fiscalía: Cuando las pruebas son claras, negociamos con la Fiscalía para reducir la pena o acordar una conformidad que minimice las consecuencias.
Archivo del caso o absolución: Si detectamos irregularidades en la investigación o falta de pruebas suficientes, luchamos para conseguir el sobreseimiento del caso o la absolución en el juicio.
Una defensa adecuada desde el principio puede marcar la diferencia entre una condena con antecedentes o una resolución favorable sin consecuencias graves.
Normativa legal aplicable
A continuación, se detallan los principales artículos del Código Penal español y otras normas que regulan los juicios rápidos por amenazas:
Artículo 169 del Código Penal – Amenazas simples
“El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia, a su persona o a sus bienes un mal que constituya delito, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses, si la amenaza no se realizare con violencia o intimidación suficiente para constituir delito más grave.”
Artículo 169.1 del Código Penal – Amenazas condicionales
“El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente ligado, un mal que constituya delito, será castigado: con la pena de prisión de uno a cinco años, si hubiere exigido una cantidad o una condición, aunque no sea ilícita, y hubiere conseguido el propósito; y con la pena de prisión de seis meses a tres años, si no lo consiguiere.”
Artículo 171 del Código Penal – Amenazas leves y agravadas
“El que de modo leve amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a personas con las que esté íntimamente ligado un mal que no constituya delito, será castigado con la pena de multa de uno a tres meses.”
“Si el ofendido fuera alguna de las personas a las que se refiere el artículo 173.2 (pareja, cónyuge, menores, personas especialmente vulnerables…), la pena será de prisión de seis meses a un año o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días.”
Ley de Enjuiciamiento Criminal – Juicio rápido en delitos de amenazas
(Artículos 795 y siguientes de la LECrim)
El procedimiento por juicio rápido es aplicable cuando:
Se trata de un delito flagrante (el autor es sorprendido en el acto o instantes después).
Existen pruebas suficientes e inmediatas.
La pena privativa de libertad prevista no supera los cinco años, como ocurre con las amenazas simples y en muchos casos de amenazas graves.
Preguntas frecuentes sobre juicio rápido por amenazas
No acudir puede agravar tu situación. El juez puede emitir una orden de detención, y perderás la oportunidad de negociar una rebaja de pena o preparar una defensa eficaz. Siempre es recomendable acudir con un abogado.
La amenaza leve no utiliza violencia ni intimidación suficiente para constituir un delito mayor y se castiga con penas menores. La amenaza grave implica violencia, intimidación seria o uso de armas, y conlleva penas más severas.
Las penas pueden ir desde multas, trabajos en beneficio de la comunidad, hasta prisión de seis meses a dos años o más, dependiendo de la gravedad y circunstancias.
En caso de ser condenado por un delito de amenazas, en cualquier de sus modalidades, se generaran antecedentes penales. Por eso es crucial contar con defensa especializada. También contamos con el servicio de cancelación de antecedentes penales.
Sí, es fundamental contar con un abogado penalista que te defienda desde el principio para evitar condenas innecesarias y negociar las mejores condiciones posibles.
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