El consumo de alcohol al volante es un tema muy sensible en España, ya que no solo pone en riesgo la vida del conductor, sino también la de los demás usuarios de la vía. Una de las preguntas más frecuentes que surgen es: ¿superar la tasa de alcoholemia es un delito penal o solo una infracción administrativa? En este artículo, desglosaremos las diferencias y las implicaciones legales que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol según la legislación española.
¿Cuándo la tasa de alcoholemia se considera infracción administrativa?
La alcoholemia se considera una infracción administrativa cuando el conductor excede los límites establecidos por la normativa de tráfico, pero no alcanza niveles que constituyan un delito penal. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), los límites establecidos son:
- 0,25 mg/l en aire espirado o 0,5 g/l en sangre para conductores generales.
- 0,15 mg/l en aire espirado o 0,3 g/l en sangre para conductores noveles o profesionales.
Superar estos límites conlleva sanciones administrativas, que pueden incluir una multa de 500 a 1.000 euros y la retirada de 4 a 6 puntos del carné de conducir.
Consecuencias de una infracción administrativa por alcoholemia
Cuando se supera la tasa de alcoholemia establecida pero no se comete delito, las consecuencias pueden ser graves en términos económicos y de puntos del carné. Las sanciones varían en función del nivel de alcohol en sangre o aire espirado:
- Hasta 0,5 mg/l (para conductores generales) o hasta 0,3 mg/l (para conductores profesionales o noveles): multa de 500 euros y la retirada de 4 puntos del carné.
- Entre 0,5 y 0,6 mg/l (general) o entre 0,3 y 0,6 mg/l (profesional/novel): multa de 1.000 euros y retirada de 6 puntos.
¿Cuándo se considera un delito por alcoholemia?
El delito de alcoholemia está tipificado en el artículo 379.2 del Código Penal, que establece que conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol se considera delito cuando se superan los siguientes límites:
- 0,60 mg/l en aire espirado o 1,2 g/l en sangre.
Además, si se demuestra que el conductor se encuentra bajo la influencia del alcohol, puede considerarse delito, aunque los niveles no superen los límites anteriores. Esto depende de la evaluación de las circunstancias específicas del caso, como la conducción errática o si el conductor no está en condiciones de manejar el vehículo de manera segura, o si se ve involucrado en un accidente.
Consecuencias legales del delito de alcoholemia
Cuando se comete un delito de alcoholemia, las sanciones son mucho más severas y pueden incluir:
- Pena de prisión de 3 a 6 meses, o multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días,
- Privación del derecho a conducir vehículos a motor de 1 a 4 años.
Además, el delito de alcoholemia genera antecedentes penales, los cuales pueden afectar seriamente la vida del infractor, tanto en su entorno laboral como en otras áreas personales.
Juicio rápido por delito de alcoholemia
En España, cuando una personaincurre en un delito de alcoholemia, es habitual que se tramite mediante un juicio rápido. Este procedimiento es más ágil y tiene lugar en casos donde los hechos son claros, por ejemplo, cuando los niveles de alcohol superan los límites establecidos o el conductor muestra signos evidentes de embriaguez.
Durante el juicio rápido, el infractor puede reconocer los hechos y llegar a una sentencia de conformidad, lo que suele conllevar una reducción de la pena en un tercio. Sin embargo, si no se llega a un acuerdo, el caso continuará por los cauces ordinarios.
¿Se puede cometer un delito y una infracción administrativa a la vez?
No, no es posible que una misma acción se sancione tanto por la vía administrativa como por la penal. El principio de «non bis in idem» establece que no se puede castigar a una persona dos veces por los mismos hechos. En este caso, si los niveles de alcoholemia alcanzan los límites del delito, se seguirá exclusivamente la vía penal, sin que se aplique la sanción administrativa.
Diferencias clave entre delito de alcoholemia e infracción administrativa
Es importante entender que la diferencia entre infracción administrativa y delito de alcoholemia no solo radica en los niveles de alcohol en sangre o aire espirado, sino también en las consecuencias y las penas que conlleva cada una:
- Infracción administrativa: Se produce cuando se exceden los límites legales, pero sin llegar a las cifras que marcan el delito. Se sanciona con multa y pérdida de puntos.
- Delito de tasa alcoholemia: Se comete cuando los niveles de alcohol superan 0,60 mg/l en aire o 1,2 g/l en sangre, o cuando, independientemente de los niveles, el conductor se encuentra bajo los efectos del alcohol. Este conlleva penas de prisión, trabajos en beneficio de la comunidad, multas y retirada del carné de conducir.
Multa por alcoholemia: ¿Cuánto puede costar?
El coste de una multa por alcoholemia depende del nivel de alcohol detectado en el conductor. En infracciones administrativas, la sanción varía entre 500 y 1.000 euros, mientras que en casos de delito, la multa puede ser más elevada, pudiendo alcanzar hasta 12 meses de salario, calculado según los ingresos del infractor.
Además, al ser condenado por un delito de alcoholemia, no solo se enfrenta a una sanción económica, sino también a consecuencias penales que incluyen la pérdida del permiso de conducción y la posible entrada en prisión, en función de la gravedad del caso.
Cancelación de antecedentes penales por delito de tasa alcoholemia
Una vez que un conductor ha sido condenado por un delito de alcoholemia, tendrá antecedentes penales, lo que puede afectar negativamente su vida personal y profesional. Estos antecedentes pueden cancelarse, pero no antes de dos años desde que se haya cumplido la pena, siempre y cuando el infractor no cometa otro delito durante ese tiempo.
Abogados para casos de alcoholemia en Barcelona
Conducir bajo los efectos del alcohol no solo pone en peligro la vida del conductor, sino también la de otras personas en la carretera. Además, las consecuencias legales, tanto en términos de sanciones económicas como de posibles penas de prisión, hacen que sea crucial entender los riesgos asociados a la alcoholemia. Si te enfrentas a un proceso penal o administrativo por alcoholemia, es esencial contar con el apoyo de un abogado especializado.
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